The Phantom Keys + King Jartur & His Lords - 30 de octubre - Intruso Bar

Cartel de lujo para la previa a la noche de Halloween, nos esperaban dos grupos que descerrajan como nadie trallazos con sabor añejo. Desde Toledo venía a presentarnos sus nuevos temas uno de los combos más “frescos” del momento, King Jartur & His Lords”. Y después de un largo periodo sin pisar las tablas, por los distintos proyectos en paralelo de sus componentes, reaparecían The Phantom Keys para iniciar las celebraciones de su décimo aniversario. 


Abrieron fuego los de Toledo, sorprendiéndonos con un “look” hawaiano y mostrando ese gran abanico de influencias al que nos tienen acostumbrados. Comenzaron con el tema surf “Talula Does The Hula” que aparece en el documental objeto de culto “La Primera Ola” (Pedro Temboury), para seguir  con “La Criatura”, un divertido tema frat lleno de coros doo wop y guitarras garage-surferas-rhythmbluseras. ¡Dos cartuchazos y ya habían repasado unos cuantos géneros musicales! Fueron calentando el ambiente a medida que caían los temas de lo que será su nuevo Lp “Ah, de la almena”, editado por Bikerton Records, qué presumiblemente y ante el colapso que sufren las fábricas de vinilos (ahora hasta las multinacionales publican en este material que estaba muerto) verá la luz a finales de noviembre. Para cuando llegaron a ese twist-psicodélico con visos de clásico llamado “Hotrod Hullabaloo” el respetable ya estaba moviendo las caderas, rindiéndose a una banda con mucho ánimo de llevar la diversión en forma de baile hasta la mazmorra más oscura.


Era la primera vez que los disfrutaba en directo, pero tanto los singles publicados como los cortes de adelanto de su nuevo Lp los traía bien trilladitos, y se nota una notable evolución hacia sonidos más primarios cercanos al rock’n’roll de los 50’s. El fuzz a dado paso a una mayor presencia del reverb y las armonías vocales se hacen protagonistas en numerosas ocasiones. En cualquier caso nos siguen encantando, por su buen hacer compositivo, su gran gusto musical y su actitud divertida. Ahora les espera el Purple Weekend… ¡fiesta brutal asegurada!

A continuación tomaron el escenario los gallegos, como un torbellino, llenándolo todo del más auténtico sonido sixtie que se pueda escuchar en la actualidad. ¡Qué buenos son! Incomprensible que la sala no estuviera a reventar para ver a una banda de esta calidad, pero a pesar de todo fueron capaces de ponerlo todo bocabajo. A los cinco miembros que son habituales: Nacho, Marky, Roi, Manu y Alberto, se les unió Sergio de The Limboos aporreando las teclas de su órgano Philips.

Nada nuevo sobre el escenario: garage, beat, rhythm & blues, psicodelia… Rock’n’Roll! Y… ¿a quien le importa? Son unas autenticas máquinas, una verdadera gozada poder bailar con sus ritmos frenéticos, dos guitarras que por momentos recuerdan al mejor Bo Didley, pepinazos que te llevan a los primeros años de The Rolling Stones, actitud punk sin aditivos.

Desgranaron casi todos los temas de su obra maestra “The Real Sound Of” (si no tienes este disco no sé a qué esperas) y las caras A de los que son los tres singles que han editado hasta la fecha. También nos presentaron los dos pepinazos que nos esperan de su nuevo 7” y alguna otra composición que verá la luz, en futuros trabajos. Desde el primer acorde la temperatura de la sala subió a niveles del Infierno y a la altura de la mitad del show, con “Poor Boy” la jarana se había más que generalizado.

Dejaron para el final los temas con los que conquistaron media Europa en sus orígenes: primero sonó “Shut Up Johnny”, para despedirse con esa versión llena de psicodelia, que mejora el original, titulada “Velvet Illusions”. En ese momento la catarsis se había apoderado de la sala. Volvieron al escenario para inmortalizar “My Last Mistake”, título que se ha convertido en todo un himno, y despedirse con “Gloria’s Nightmare” para disgusto de la afición, qué se hubiera quedado bailando y saltando hasta quedar rendidos. Nos quedamos con ganas de mucho más porque son tan buenos que no te cansas de escucharlos… ya estamos contando los minutos para volver a verlos.




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