Danny And The Champions Of The World, y una noche de orgullo rockero

Madrid, 28 de junio de 2016. El Sol, 200 orgullosos afortunados.


Wild Joe para No Mondays.
 
Cortesía de Alegría García
Con el pregón de inauguración, de esa semana madrileña de fiesta callejera que algunos llaman Orgullo LGTB y otros Botellón Days, a menos de cien metros. Con los sospechosos habituales de los conciertos de rock en Madrid reunidos de vuelta a la mina después del finde de San Juan que dejó solo ante medio centenar de exquisitos al GRAN Eric Sardinas, luchando contra verbenas de pueblos paternos o maternos y festivales de nuevo cuño. Con la asistencia de otros currantes de la música en vivo del Funhouse y del Würlitzer, y unos cuantos más, numerosos pibones incluidos, en total sumábamos los suficientes.

Tres cuartos de entrada y ganado bravo musical con excelente presencia. Suficientes para estar a gusto (gracias a El Sol y su aire acondicionado), suficientes para disfrutar a gusto del sonido impecable desde el minuto uno. Sin los insufribles charletas típicos de estos lares. Los que estaban, escuchaban. Y disfrutaban. Como los músicos.
 
Otra noche más y otro grupo flipando con el público. Y sólo recibieron respeto, unos cuantos aplausos y un porrón de sonrisas. Suficiente. Los del otro lado, no sufrimos sorpresas. Estrella Galicia helada para enfriar las oleadas de calor que salían de seis instrumentos que manejaban seis tipos con pinta de músicos profesionales. Con años de conciertos y aún con el temple de mantener el sentimiento en esos temas que no tuvieron fisuras o bajones, después de tantos kilómetros de carretera.

Nadie tenía prisa porque el tempo del concierto fue manejado con maestría por Danny, rodeado de unos maestros de las distancias. Cada tema tuvo el nervio y el desarrollo que merecían, y las escasas zonas de menor brío estaban motivadas por la intimidad que se demandaba. Desde el inicio con "Consider Me" hasta su firma final habitual: "These Days", que también corona su directo del 2014, despacharon como el honesto John en un tugurio del medio oeste una colección de buen y auténtico rock and roll de un grupo en buena forma y disfrutando de lo que hacen. Que dure, porque dejaron ganas de más.

Y nadie de los que estuvimos nos arrepentiremos de perdernos un pregón u dos.


Clear Water


Henry The Van



Every Beat Of My Heart

 

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