¿Qué te puede llevar a acudir a
un concierto, un frio martes de febrero después de que una severa nevada cayera
sobre Madrid? La actuación comenzaba tarde, estábamos citados a las 22:30 h
para que se abrieran puertas y después de los precedentes, por la poca suerte
que habían tenido The Dustaphonics ante el público de Madrid, todo presagiaba
que la noche sería de nuevo para unos pocos valientes… Pero The Dustaphonics son demasiado! Eso
debieron pensar las más de 130 personas que se agolpaban en la puerta para acceder
a la sala.
Y es que por fin ha funcionado el
boca – oreja! Venían celebrando 10 años sobre los escenarios, siendo una de las
bandas que mezcla más géneros en el
circuito underground, recordemos que en sus carteles se podía leer Rhythm &
Soul Rockarrolla Surf, pero también le dan al garage 60’s y tienen una actitud
en sus interpretaciones muy influenciada por punk’77, y desde su primera visita
siempre tuvieron colgado el cartel de banda fiestera con la que no se puede
parar de bailar. Así que el destino por fin les hizo justicia y el público
madrileño respondió como esta banda se merece, “Entradas Agotadas”.
Se presentaban los londinenses
sin ningún trabajo nuevo pero 10 años han dado para tener un grandísimo
repertorio. Con el alma mater del grupo Yvan Serrano Fontova a la guitarra,
comparecía en esta gira por nuestras tierras con el huracán escénico y vocal
que es Hayley Red y con una base rítmica diferente a la de sus dos últimas
visitas: Dan Whaley al bajo y Mark Claydon a los parches. Con estas premisas y ante una gran
expectación saltaron a las tablas para regocijo del respetable.
Durante una primera parte del
show, fueron desgranando en una hora aproximadamente, todo su arsenal de
clásicos incluidos “Party Girl”, “The Message” o “You Don’t Love Anymore”, con
mucha presencia del reverb en la guitarra de Yvan, que se marcó unos cuantos
instrumentales surferos en los que no podía faltar “Cachaça (Bossa Twang),
mientras que Hayley hacía las delicias del público moviendo el melenón y
regalando sonrisas y bailoteos mientras el twang no daba tregua. La temperatura
en Fun House no decayó ni un segundo, metiéndose el grupo al respetable en el
bolsillo desde el primer cartuchazo, haciéndole interactuar a través de los
jocosos comentarios de Yvan o de incluirlos como parte coral de sus pegajosos
estribillos.
Tras una pequeña despedida en la
que abandonaron el escenario durante no más de dos minutos, volvieron para
terminar de dejarnos rendidos. A través de temazos de la taya de “Rockin
Boogaloo” o "Big Smoke London Town", versión incluida de Ike y Tina Turner y algún pildorazo en
tono rockabilly consiguieron poner patas arriba la sala. El momento culmen
llegó con un tema improvisado en el que el público debía corear cuando la
música paraba la fantástica frase “De Puta Madre”, en alusión a que todo va más
que bien. Con una comparación con el público de Cangas, el cual era hasta la
fecha el mejor con el que se habían encontrado para interpretar ese coro,
consiguieron que los madrileños nos pusiéramos las pilas y saliera mejor que ensayado.
Pues eso, lo que hubiera parecido ser un martes anodino de un frío febrero, nos llevo a vivir una experiencia musical como pocas, con una intensidad en la que no se baja en ningún momento el listón. Nos fuimos a casa más que contentos, con ganas de un poquito más y esperando impacientemente su próxima visita. Dustaphonics, de puta madre!!!
Cortesía de Alegría García |
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