Cuando vives un concierto como el
de The Dead Rocks e independientemente de todos los factores externos que se
puedan dar, chocas con un show huracanado, divertido, fresco, excelentemente
ejecutado, y para colmo, conoces personalmente a la banda dándote cuenta de que
además son unos tipos fantásticos, el premio como promotor está más que
recompensado.
En Fun House nos juntamos 25
personas entre público y personal, más la banda. Es de justicia reconocer
también, el esfuerzo que hacen salas como esta por ofrecer una programación de
calidad que en muchos casos no se ve valorada de forma recíproca en afluencia
de público. Cuando faltaban conciertos nos quejábamos…
En fin, el caso es que pudimos
disfrutar de unos colosos en esto del Surf & Roll. Se presentaron los brasileños con
sus camisas de “uniforme” personalizadas, en las que se podían leer sus
nombres: Johnny Crash a la guitarra, Paul Punk al bajo y Marky Wildstone a la
batera. Tres amigos que se conocen desde la época del colegio y a los que poco
les importó la escasa audiencia que hizo acto de fe.
Abrieron el espectáculo con toda
una declaración de intenciones: “Surf
Party”. Mucha energía sobre el escenario. Una batería frenética, una base
de bajo que llevaba el peso de la melodía y en algunos casos te recordaba al
bajo de Lemmy (sí, el de Motorhead) y una guitarra en su punto justo de reverb
que hizo las delicias de los presentes. ¡Que gozada! Pudimos escuchar temas mayoritariamente
de su último trabajo, versiones como el popular tango “Por una cabeza”, muy bien llevada a su terreno, cartuchazos con aroma
brasileiro qué se pueden convertir en clásicos del género como “Nas Ondas da
Emoçao” y auténtico delirio surf-punk de la mano del genial guitarrista Johnny
Crash en trallazos como el potente "Bumble Bee".
El punto álgido llegó con el tema
que da título a su último álbum, “Surf Explosao”. Un temazo que tengo grabado a
fuego en mi cabeza y que me martillea con su mezcla de finger-picking y composición clásica
del surf más auténtico, que mama de los orígenes allá por los primeros sesenta.
La actuación duró una hora aproximadamente y nos quedamos con ganas de mucho más,
pero creo que así es como se debe terminar un bolo, dejándote con ganas para
volver al siguiente.
Preparaos en Valencia, porque
para allá que van The Dead Rocks, la más genuina y divertida explosión surfera!!!!
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