Una noche pre-veraniega en
Madrid, un cartel de lujo, la sala por excelencia... y un tercio de entrada. ¿Qué
falla? Supongo que es difícil llenar tanta oferta como hay a día de hoy en la
capital, demasiados conciertos, y al final hay que elegir. Bueno, a pesar de
todo, la suerte es que las bandas normalmente y con independencia del aforo, se
dejan la piel en el escenario.
La noche prometía, abría la
banda all-star del surf instrumental The Blair Pongracic Band. Liderada por
John Blair, guitarrista de renombre, padrino de éste género y principal
culpable del revival surf allá por finales de los setenta, la completaba Ivan
Pongracic a la guitarra (The Madeira), Jan Paul al bajo (The Insect Surfers) y
Dane Carter a las baquetas (The Madeira). Uniformados al uso, como buena banda
proclive a los sonidos reverberizados que se precie, comenzaron poniendo toda
la carne en el asador desde el minuto uno. De este modo fueron cayendo clásicos
de Jon & The Nightriders mezclados con otros temas de The Madeira,
produciéndose gran química entre los asistentes y el escenario. A los músicos
se les veía disfrutar (¡y eso que era el penúltimo bolo de su gira europea!),
llegando a espetar en algún momento que Madrid era su ciudad favorita y que
meterían al público en una maleta para llevárselo a California.
Pudimos ver a Diego RJ (El Sótano
de Radio 3) subirse al escenario para presentar un tema e incluso a algún
reputado guitarrista nacional entre el público, Fernando Pardo (Los Coronas,
Sex Museum…), tomando buena nota de lo que se cocía sobre las tablas. El
momento álgido llego con el clásico “Rumble
at Waikiki” y tras un bis, y una
actuación de una hora aproximadamente, dieron paso al otro plato fuerte de la
noche.
La concurrencia se acercó a
primera fila, porque con Wau y Los Arrrghs!!! hay que beber, bailar y sudar
hasta que no te queden energías y eso el público lo sabe. Hay pocas bandas que
impriman tanto carácter, fuerza y salvajismo sobre un escenario. Son directos,
realizando un ejercicio se transgresión que sobrepasa lo imaginable, diversión
envuelta por una maquinaría musical que funciona a la perfección y te hace
disfrutar por partida doble. Detrás de estos tíos hay muy buena música, grandes
canciones con estupendas letras, que a veces pudieran parecer que pasan desapercibidas
por la gran presencia escénica de toda la banda y en especial de su frontman,
Juanito Wau, pero qué son realmente la clave del éxito de este magnífico combo.
Verdaderos eruditos musicales, lo
demuestran en la cantidad de versiones que realizan, con el buen gusto a la
hora de elegirlas, y las enormes adaptaciones que resultan de las mismas. Castellanizándolas en la mayoría de los casos, las hacen muy suyas, mejorando en mi opinión a las originales en muchas ocasiones. Sin ir más lejos,
el clásico “Demolición” que
popularizaran Los Saicos en los sesenta, suena de narices en la versión de estos
macarras. Más ritmo, que produce la locura total en directo, puro garage punk
salvaje concebido para el desfase total ¡que se lo digan a la concurrencia!
Otro gran concierto del que para
mi puede ser uno de los mejores grupos en la actualidad en su género, tanto en
vinilo como con su demoledor, festivo y grillado directo. Si todavía no los has
visto, no sé a que esperas, por lo menos hay que verlos una vez en la vida!!! Tata tata
tata, yah yah yah yah yah!!!!!
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