La banda Londinense The Pretty Things,
que viera la luz allá por 1963, vuelve de gira a la península en noviembre de
2018. Después del gran sabor de boca que nos dejaron en su anterior paso, los
miembros fundadores del combo Phil May
y Dick Taylor, vuelven acompañados
por Frank Holland a la guitarra y los jovencísimos George Woosey al bajo y Jack Greenwood a la batería.
Con ocasión de su inminente visita, rememoramos y
transcribimos la entrevista que realizó Diego
RJ en su programa El Sótano de
Radio 3, a Phil May y Dick Taylor (voz y guitarra), un día
después de su descomunal actuación en la emblemática sala El Sol de Madrid. A pesar de no cosechar grandes éxitos
discográficos, y apenas llegar al mercado americano, la trayectoria de ésta banda
está envuelta en leyendas que los recuerdan como uno de los grupos precursores
del Garage Punk 60’s, sabiendo evolucionar a lo largo de los tiempos hasta hoy
en día. Más de medio siglo después de sus inicios, estos septuagenarios siguen
al pie del cañón y nos cuentan historias de ayer y de hoy, de David Bowie, Bo Diddley, Pete Townsend
o el LSD.
¿Qué significa para vosotros, 52
años después de publicar vuestro primer single, poder estar todavía de gira, en
la carretera?
Simplemente
diversión. Nos encanta tocar en directo
El tema “Don’t Bring Me Down” de
1964 apareció en vuestro segundo single, y consiguió alzarse en las listas
británicas hasta el puesto 10º, suponiendo vuestro mayor éxito comercial. Todos
sabemos que las leyendas se suelen crear a través de las ventas de discos, pero
este factor no siempre influye en la carrera de una banda, ¿estáis de acuerdo?
Efectivamente pensamos que no tiene nada que ver. Los singles de los
Pretty Things no fueron los más exitosos del momento, pero en cambio si tuvimos
mucha influencia a nivel audiovisual, ya que hicimos muchos vídeos y alguna
película, lo que nos proporcionó una visibilidad y que la leyenda que existe
sobre nosotros se fuera acrecentando.
¿Por qué no tuvisteis éxito en
los Estados Unidos? Es constatable que fuisteis una gran influencia en muchas
de las bandas de la escena garage americana.
Si, desde luego. Como para Aerosmith, que fue un disco nuestro el
primero que recuerdan haber escuchado alguno de sus miembros. No triunfamos en
EE.UU. realmente porque nunca llegamos a ir de gira, cosa que si realizaron la
mayor parte de las bandas británicas de la época. Eso provocaba que sus discos
se movieran por allí mucho y que los jóvenes pudieran disfrutar del directo,
traduciéndose en buenas ventas a la postre.
Nosotros en cambio nos convertimos en algo así como un grupo de culto,
mucho misticismo a nuestro alrededor ya que no nos podían ver sobre un
escenario, lo que trajo como consecuencia que quisieran imitar nuestro sonido.
No podemos olvidar que tenéis un
álbum de reciente publicación “The Sweet Pretty Things (Are In Bed Now Of
Course)”, que quizá tenga el sonido más cercano a como suenan los Pretty Things
hoy en día ¿lo veis así?
Si, estamos seguro de ello. Lo grabamos en directo en el estudio, igual
que cuando actuamos en un club, añadiéndole muy poca postproducción para que
sonara lo más fidedigno posible a como sonamos sobre el escenario.
Publicasteis éste “The Sweet
Pretty Things (Are In Bed Now Of Course)” en 2015 y vuestro trabajo anterior
data de nueve años antes. ¿No creéis que ha pasado mucho tiempo entre ambos?
Nunca hemos hecho un disco si no sentíamos la necesidad de realizarlo.
Además últimamente estamos demasiado ocupados girando y actuando en directo
continuamente. 53 años de repertorio a nuestras espaldas dan para mucho,
tenemos donde elegir. En cualquier caso estamos trabajando en nuevo material
que esperamos vea la luz en breve.
Sobre todo en bandas con un gran
bagaje, tiene que suponer un gran reto cuando te enfrentas a crear nuevas
canciones. ¿Cómo resulta de difícil defender un nuevo disco en directo cuando
tu legado del pasado es tan importante como el vuestro?
Con nuestro último trabajo recibimos muchas buenas críticas que
hablaban de la frescura del disco, lo cual agradecimos. Cuando haces algo nuevo
tienes que estar seguro de que lo qué haces es realmente bueno, que es lo
correcto, porque si no, te van a crucificar. Evidentemente no podemos pensar
que ahora vamos a grabar algo como “S.F. Sorrow” o nuestro primer álbum,
estamos en otra etapa, pero hay que seguir sacando cosas nuevas cuando sientes
la necesidad. En directo intercalamos muchas canciones de los viejos tiempos
con alguna nueva. Y así todos tan contentos.
Cambiando de tercio. David Bowie
en su álbum “Pin Ups” (1973) incluye dos versiones vuestras. Leí en algún sitio
que decía de vosotros que erais su banda preferida de los 60’s. ¿Erais
conscientes de ello?
Si, ya lo creo. Fue nuestro primer fan, cuando se le conocía como David
Jones. Siempre venía a vernos y se arrimaba todo lo que podía para curiosear.
¿Qué significó para vosotros que
cuando era toda una estrella grabase dos de vuestras canciones?
Por supuesto siempre estuvimos muy agradecidos de aquellas versiones
que grabó, supuso un gran reconocimiento para nosotros y creemos que salieron
unas versiones fantásticas. Bowie venía a la misma escuela de arte a la que
íbamos nosotros. En una clase estábamos Yo (Dick Taylor) y Keith Richards con
quien formaría el embrión de los primeros Rollin’ Stones. Un año por debajo
estaba Phil y dos años más abajo estaba Bowie. David siempre que podía venía a
vernos tocar y se acercaba y preguntaba por el tipo de cuerdas que utilizábamos,
por los amplificadores, intentaba sonsacar toda la información que podía
conseguir.
La escuela de arte a la que ibais
era algo así como un school of rock ¿no es así?
Si, si que lo era. Hay una anécdota, cuando los Rollin’ pegaron todo el
pelotazo fueron de un medio a entrevistar al rector de la escuela y este no
quiso atenderlos porque se suponía que ahí estaban formando a pintores,
escultores, artistas. Sentaba muy mal en la escuela que se les asociase con el
nuevo rock’n’roll que llegaba, no querían tener nada que ver con eso.
Phil ¿Es verdad que Bowie tenía
apuntado en la agenda tu número de teléfono con el nombre de God (Dios)?
Si, fue un poco embarazoso. Bowie quiso contactar conmigo un día, y
resulta que yo había cambiado de número de teléfono. Coincidimos y entonces me
dijo que no había podido comunicarse conmigo. Le pedí su agenda para apuntar mi
nuevo número, y él se puso muy reticente hasta que al final accedió. Fue muy
sonrojante para mi, ya que cuando vi mi antiguo número de teléfono, que por cierto, estaba
en la letra G, observé que al lado ponía el nombre God.
Si vosotros erais Dios para
Bowie… ¿Quién era Dios para vosotros en aquellos tiempos?
Muddy Waters… Bo Diddley especialmente!!
En vuestros primeros artefactos
sonoros hicisteis muchas versiones, sobre todo en el primero. De Chuck Berry, Jimmy Reed, Muddy
Waters. Pero Bo Diddley es Bo Diddley. De hecho el nombre del grupo viene de una
canción suya. ¿Por qué Bo Diddley era tan importante para vosotros?
Seguramente por la unión que hizo del blues con el rock’n’roll, fue el
eslabón que los unió. Era único y original, creó una fórmula totalmente nueva.
Su beat era perfecto, diferente a todo lo hecho hasta ese momento. Lo
comparamos con Chuck Berry por su sonido personal, pero Bo Diddley iba más
allá, parecía muy simple todo lo que hacía pero había que saber hacerlo.
Recordamos el momento en que escuchamos el single “Bring It To Jerome”, nunca
habíamos escuchado algo parecido. Por eso está en nuestro Olimpo personal.
¿Llegasteis a tocar con él en
directo?
Si en festivales. PM: Yo incluso charlé con él alguna vez. Una de mis
hijas llegó a tocar en su banda y nos consta que sabía de nosotros, conocía a
la banda y aprobaba tanto el nombre del grupo como la calidad de las versiones
que realizamos.
Con vuestro tercer disco
“Emotions” de 1967 algo empezó a cambiar para vosotros ya que algo muy gordo se
estaba cocinando ese año a nivel musical, y The Pretty Things formaban parte de
aquello. ¿Cómo vivisteis aquella explosión de nuevos sonidos?
Había que evolucionar, llegó un momento de cambio en el que había que dar
un paso al frente. El sonido rhythm’n’blues se quedaba atrás y todas las bandas
buscaban algo nuevo que les estimulara para poder seguir avanzando. Este disco
supuso la antesala de “S.F. Sorrow”.
“S.F. Sorrow” ha sido considerado
por muchos como el primer disco conceptual del rock, la primera ópera rock, un
artefacto histórico que no tuvo un gran éxito en su momento y por eso no ha
sido reconocido como otros. Me extrañó que, leyendo la biografía de Pete
Townsend, no se mencionara este disco como una influencia en la creación de
“Tommy” ¿qué opináis?
“S.F. Sorrow” es realmente una ópera, está basado en un libreto y las
canciones narran la historia y vivencias de su protagonista, Sebastian.
Tiene sentido que Pete Townsend no lo dijera. PM: Yo estaba allí cuando alguien les
dijo a The Who que debían atreverse a hacer un disco como “S.F. Sorrow”.
Durante un tiempo Pete Townsend reconoció que la vida de Sebastian había sido
una influencia para la creación posterior de “Tommy”, pero llegado un punto
empezó a negarlo y a afirmar que “Tommy” había sido imaginación plena de él.
Quizá un abogado le hubiera recomendado por razones de derechos el no
reconocerlo como una influencia.
¿Conocéis la versión de Los
Polares que hicieron sobre vuestro tema LSD? Esta canción os trajo algún
problema ¿no es así?
Si, si que la conocemos. Y nos gusta.
Efectivamente el tema LSD nos trajo problemas. Censuraron la canción en
la BBC y a nosotros mismos. Decían que era una apología de las drogas, que
nosotros tomábamos en aquella época, pero la canción no era una invitación a
que la gente se drogara, queríamos contar nuestras vivencias con las drogas
pero también esa parte oscura que existe en la ingesta de las mismas.
Ha sido un gran placer. Que
sigáis 54 años tocando juntos es algo magnífico y fantástico.
Intentaremos llegar a los 60…
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