Música en vivo: Matt Woods & The Natural Disasters, Erja Lyytinen y The Hooten Hallers.

El mes de mayo tiramos la casa por la ventana y nos atrevimos con tres fechas y sendos grupos qué sinceramente, nos maravillaron. Cada uno en lo suyo, nos dejaron en muchos momentos con la boca abierta y nos hicieron sudar de lo lindo.

El jueves 17 se pasó por Fun House el oriundo de Knoxville (Tennesse-USA) Matt Woods junto a sus Natural Disasters. Derrochando simpatía (y abrazos) allá por donde pasaba, nos dejó más que petrificados con su apuesta por la música de raíces norteamericana. Con una banda perfectamente conjuntada y un guitarrista sobresaliente que sacaba de su instrumento sonidos a priori increíbles, nos dibujó con sus melodías outlaw country paisajes propios de la América rural y alejada de las grandes ciudades. Temas preciosos interpretados con una sensibilidad extraordinaria que conseguían hipnotizar al respetable y crear un clima de atención y respeto pocas veces visto en un directo. En resumen, una noche de sentimientos a flor de piel y la increíble incógnita de no saber por qué muchos de los medios especializados no han puesto el foco sobre él todavía.


En menos de una semana, miércoles 23, nos visitó en la Sala Clamores la sonriente finlandesa Erja Lyytinen. Galardonada como mejor guitarrista 2017 en los European Blues Awards y con una carrera más que considerable (12 trabajos de estudio), se dejaba caer por primera vez en Madrid con la excusa de presentarnos su último trabajo y demostrarnos que además de ser una virtuosa en su instrumento, tiene una voz increíble y unas canciones maravillosas. 

Acompañada por bajo de cinco cuerdas y batería, creó la atmósfera adecuada para trasladarnos en un viaje a través del blues más clásico electrificado herencia de grandes como Muddy Waters, pasar por capítulos de free jazz en la que los instrumentos se hacían más protagonistas que las propias canciones y terminar volándonos la cabeza con un potente blues-rock inspirado en el más endiablado Jimmy Hendrix.


Y llegaron The Hooten Hallers, los pirómanos más salvajes del blues, en conexión directa desde el Medio Oeste norteamericano y con bidones repletos de gasolina refinada a orillas del Delta del Mississippi. El jueves 31 aterrizaban en Fun House estos extraterrestres para hacernos sudar de lo lindo con un incendiario show cargado de rock'n'roll primitivo, una mezcla de hillbilly soul despiadado, y blues sucio y bastardo que sólo se puede mamar en los tugurios de la periferia de New Orleans. El capitán de la nave, John Randall, disparaba guitarrazos a diestra y siniestra mientras te dejaba omnuvilado con una voz mezcla entre John Lee Hoocker y un mono aullador. El timonel Andy Rehm, tocando de pie su batería, nos mantenía atónitos con un falsete más propio de una hiena herida que de un mozalbete de Columbia, al tiempo que destrozaba los parches de sus tambores con un ritmo propio de galeras romanas en pleno combate. Y la buena de Kellie Everett ponía el punto dulce con su saxo barítono demostrando la descomunal potencia de sus pulmones.


En definitiva, tres noches para enmarcar y enfilar el final de una temporada que despediremos con el pop herencia Beatles mezclado con contry-folk psicodélico con denominación de origen californiano de Gospelbeach y el boogie blues de Tina Bednoff & Jameson Slim.



Dibujos cortesía de Cayetana Álvarez

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