Marigold Under Scales - Abriendo las escamas para mostrar el interior. Entrevista con Guillermo Pacheco, organista de Cayman Kings.
Cayman Kings son uno de los grupos más excitantes y salvajes que se pueden ver hoy en día sobre un escenario. Poseídos e irreverentes, bestias del directo, no te dejan indiferente y sin duda, te contagian con su música y su actitud sobre las tablas. Practican un psicodelismo ultraexcitado, cargado de furia ácida, riffs con fuzz demoledores y órganos hipnóticos y lascivos. Melodías que atraviesan tu corazón, antes de molerte el alma bajo un groove arrollador.
En 2017, aprovechando la presentación de su primer Lp "Suffering Chelsea Boots" (Soundflat Records) estuvieron de gira por media Europa incluido nuestro país. Este febrero volverán a las andadas para presentarnos en primicia su segundo álbum "Marigold Under Scales" (Soundflat Records), mientras esperamos a verles incendiar escenarios, nos ponemos en contacto con Guillermo Pacheco, organista extremeño del combo de Lille, para que nos vaya poniendo los dientes largos...
¿Que tal Guillermo? Lo primero que se me ocurre preguntarte es ¿Cómo acaba en Francia un tío que no sabía ni decir “bonjour” sin que le respondieran “quoi??” ? Buena pregunta. Siempre que
alguien me lo pregunta cuento alguna tontería, para que la gente se ría, pero te voy a decir la verdad porque es una
historia bonita. Yo estudié en Sevilla, y una vez acabados mis estudios me puse
a trabajar de arqueólogo en Bolonia, cerca de Tarifa. Trabajaba con un equipo
francés y allí, trabajando, conocí a una francesa que me dejó loco. Tan loco
que pocos meses después estaba ya instalado en Francia, sin tener ni idea de
dónde me metía, a la aventura. Una muy buena aventura que dura ya casi 6 años.
Así que ¿cómo llega un tipo de, Monesterio, un pueblecino de Badajoz, a Lille?
Pues por amor. Y pienso que es la mejor manera de moverse. Si el mundo se
moviese por amor todo sería perfecto.
Cuéntanos un poco ¿cómo llegas a la música y más concretamente a Cayman Kings? Pues la verdad es que creo que no me dí ni cuenta, ya que hago música desde que tenía 6 años.
Vamos, toda la vida. Mi padre y mis hermanos son músicos también y desde
pequeño tocaba el piano y la flauta travesera. Mi madre también cantaba cuando
era jóven. Fundamos la Escuela de Música y la orquesta de mi pueblo y tocábamos
mucho. Nos lo pasábamos muy bien. Después empecé con grupos de rock, como
teclista y también flautista (hacíamos versiones de Jethro Tull). Cuando me
mudé a Francia tenía un par de grupos: La Fina y Joe Istiercol y los Gallinaza,
y fueron de las cosas que más me dolió dejar.
Lo echaba tanto de menos que desde que llegué no paraba de
moverme por conciertos intentando conocer a gente (Lille es una ciudad
magnífica en cuanto a cantidad y calidad de grupos de música y en cuanto a
programación musical). Puse varios anuncios y, después de probar con una par de
grupos, Cayman Kings me contactaron, ya que se habían quedado sin organista. Me
proponían unirme a ellos en una gira que tenían programada varios meses después
por Francia y Bélgica. Así que en un par de meses me preparé todo el repertorio
y al lío, casi sin ensayar. Esto fue en 2014, y ahí sigo. La verdad es que
tengo muchísimo que agradecerles a mis compañeros de grupo por la confianza
desde el primer día y por todo lo que supone estar en un grupo con tanto movimiento
y tanta vida como Cayman Kings. No es nada fácil desembarcar en un país en el
que ni siquiera hablas el idioma y conseguir una buena red de amigos (o
simplemente amigos), y la vida social que proporciona un grupo es estupenda.
Quizás lo mejor del hecho de hacer música sea eso. Para mí ahora son mi
familia. Paso más tiempo con ellos que con nadie. Es muy dura la vida de
inmigrante y siempre procuro no recomendárselo a nadie. Tuve mucha suerte
encontrándome a estos amigos. Y por supuesto mucha suerte con mi compañera, que
es un sol.
¿Cómo acabas tocando un Farfisa? Pues si te digo la verdad,
aunque ahora me avergüence, no tenía ni idea de lo que era eso. Y ahora soy
adicto, de hecho casi me da vergüenza decir cuántos tengo en casa. Apenas
caben. Estoy enamorado del sonido de estos órganos de los años 60 y 70, y
también de su estética. Cuando empecé con Cayman Kings tocába un Yamaha YC 20
(japonés, de 1970). Es el que aparece en el primer EP. Poco después compramos
un Farfisa Compact Deluxe y ahí ya me enamoré. Es una bestia increíble, con un
sonido súper violento. Con este grabamos todo el primer LP de 2016 (Suffering
Chelsea Boots) y es el que he utilizado durante toda la gira. En el nuevo disco
está de nuevo el Farfisa, pero hay también un Philicorda (un órgano holandés de
finales de los 60) un Hammond L122 y un Rhodes Seventy Three.
Para la gira española tocaré un Gem Jumbo (italiano de
1972), un órgano magnífico con el mismo esquema que un Vox Jaguar...y 15 kg
menos que el Farfisa. Siempre es un engorro moverse con órganos de más de 40
kgs con su respectivo amplificador, y mi espalda lo va sufriendo. El Jumbo es
la solución perfecta.
Entrando en materia sobre el grupo, ¿cuándo y cómo se forman Cayman Kings? Cuéntanos la evolución del grupo. La banda se da a conocer oficialmente en 2014, poco
antes de que yo llegara, aunque venía trabajando un año para salir a
la luz ya con un EP bajo el brazo. La cabeza del proyecto, compositor y creador
del grupo es Timoté Iglesias (cantante). Es un músico excelente, batería,
guitarrista y ahora cantante, con un gran recorrido. Primero con grupos de punk
y hardcore como batería y guitarrista (Morsë). Poco después decide dejar la
escena punk por la escena surf (Stone Dead Matador), y es ahí donde empieza su
etapa de cantante y donde empieza su pasión por el garage y la escena beat de
los años 60 y 70.
Cayman Kings siempre ha tenido el mismo elenco (batería,
bajo, guitarra, órgano y voz), pero de la formación que grabase el primer EP
solo queda Tim. Conseguir un proyecto duradero y serio, con la responsabilidad
y el compromiso que supone, es algo bastante complicado. Poco después del
primer EP, guitarra y teclado dejan el grupo por motivos personales y entramos
Max y yo. En el nuevo disco seguimos Tim Iglesias, Max
Bressel y yo, pero contamos con 2 nuevos componentes: Marvin Morelle a la batería
(que ya estuvo con nosotros en la gira española) y Pierre Martinelli al bajo.
Ahora somos un grupo más unido si cabe y estoy convencido que la mejor
formación que Cayman Kings ha tenido nunca. Este último disco hubiese sido
imposible sin los músicos que forman el grupo actualmente.
¿Es difícil compaginar la banda con el día a día? Sí, es tremendamente complicado compaginar un grupo con
una vida normal (trabajo, familia, etc, por no hablar de la enorme precariedad
del mundo de la música). Y más cuando se buscan nuevos horizontes y se invierte
en el grupo, ya que el hobby se convierte en una empresa real. Es difícil
imaginar la cantidad de trabajo que hay detrás, y no hablo solamente de
composición, ensayos y directos. Y también del esfuerzo económico que supone
una empresa de este tipo. Por suerte contamos con una manager excelente que se
ocupa de todos los aspectos más engorrosos, y también con un equipo de
co-productores y editores. Actualmente hay mucha gente detrás de Cayman
Kings en este nuevo proyecto. Suerte porque podemos dedicarnos casi exclusivamente
a la música y ellos se ocupan de todo el resto.
En mi caso, y soy el único, compagino el grupo con mi trabajo de
profesor, y la verdad es que es un desgaste físico y mental enorme. Tengo la
impresión de no parar ni un solo minuto al día, y eso que mi trabajo me permite
adaptarme bastante bien. Pero eso sí, ¡lo hago con mucho placer!
Bueno, háblanos un poco de cómo formáis un grupo con una clara tendencia musical hacia el garage y la psicodelia... Somos ante todo grandes apasionados de la música en directo,
y quizás estemos en la escena garage 60's por puro azar, ya que ni somos
puristas del garage beat, ni mods convencidos. Nos apasiona todo lo que suena a
antiguo, a old school. La calidad de la música compuesta en estos años y la
influencia que nos supone es indudable, pero adoramos el garage y la psicodelia
que se hace actualmente. Y quizás es por eso por lo que el grupo nunca se haya
considerado como un grupo revival, sino un grupo que continúa a crear y
evolucionar este tipo de música. Procuramos ante todo ser honestos con nosotros
mismos, con nuestras ganas y nuestros gustos. En el nuevo disco se aprecia más
este abandono de los códigos que marca el género y esa apertura hacia la
psicodelia y el garage actual. Porque es lo que nos apetece y los que nos
ilusiona. Y posiblemente sea la puerta a lo que vendrá en el futuro, y en lo
que ya andamos pensando...
¿Cómo es la labor compositiva?¿Alguno toma la iniciativa y luego se pone en común?¿Quién decide? La labor compositiva reside en Tim casi en su totalidad.
Como te decía, es un músico y compositor con una visión espectacular del
conjunto. Es él quien crea la idea y quien realiza el primer arreglo, que
posteriormente trasmite al grupo y este se encarga de hacer los arreglos
definitivos. Todos aportamos en la creación y, para este último disco, Tim nos
ha dejado realmente vía libre para que llevásemos las composiciones a nuestro
terreno. Este es el disco más colectivo de Cayman Kings. Todos estamos muy
orgullosos y satisfechos del resultado precisamente por eso, porque lo
consideramos nuestro, de todos. Es difícil definir una influencia directa para
este álbum, porque cada músico a aportado sus propias referencias.
En cuanto a las letras, que normalmente llegan después de la
música, en este disco comparten autoría Tim (que se estrena en este campo) y
Marvin, batería. Lo mismo que ocurre con la música, las letras de este disco
tienen una visión mucho más actual, que se distancia radicalmente de los
contenidos que pudiesen tener las letras del garage de los 60. Los temas
abordados van desde la opresión de género (crítica que se ve reflejada en
nuestro single “Pink&Blue"), hasta la
ecología, pasando por la pérdida de la autoestima o el patriarcado.
Hablemos del nuevo disco ¿Donde se ha grabado? ¿Quién ha sido el productor? ¿Qué sello lo editará? Es un disco en el que llevamos trabajando prácticamente 2
años, con un trabajo más intenso, casi dedicación exclusiva, en el último año
(paramos completamente nuestros conciertos tras la gira italiana de principios
de 2018).
Se grabó en julio de 2018 en un estudio del norte de Francia
y para dirigir la labor nos pusimos en contacto con Jim Diamond, leyenda del
garage Motown de Detroit, quien aceptó rápidamente la proposición. Fueron unas
semanas de trabajo intenso, ya que teníamos muy claro desde el principio cuál
era el resultado que queríamos conseguir. Y estamos muy orgullosos de ese
resultado. Nos encanta este nuevo disco.
Como ocurriera con el primer LP, seguimos la aventura con
Soundflat Records, a quien agradecemos su disposición y su completa confianza
desde el principio. Pero esta vez nos unimos también a un nuevo sello francés,
Monstre Sonore, que nos ayudará con la edición y distribución francesa y, como
no, con PIAS, que es la mayor distribuidora de discos franco-belga, con grupos como
Pixies, Placebo, Texas, Editors...
Aunque ya nos has contado vuestras tendencias musicales, ¿Qué nos vamos a encontrar realmente en el disco? ¿Podrías profundizar? El álbum "Marigold Under Scales" ha sido compuesto y
escrito con una voluntad real de ambigüedad, tanto en el plano musical como en la escritura de los
textos. Como ya indica el propio título (en español: “la flor bajo las
escamas”) la escucha se realiza en dos niveles.
La energía musical desarrollada en cada canción, que bebe
del rock'n'roll más vintage, hace referencia a esa escama rugosa y dura;
energía que es sistemáticamente contrarrestada por melodías decadentes, incluso
nostálgicas por momentos (Marigold significa “caléndula”, una flor con
propiedades espirituales en muchas culturas. Se le conoce también como “rosa de
muertos”). Aunque el álbum asume su amor por la estética de la psicodelia de
los años 60, este disco tiene claras influencias del garage y la psicodelia
actuales. No se trata realmente de un cambio de estilo, sino de una evolución
de nuestra música, mucho más elaborada y compleja de lo que pudiera serlo en el
primer disco. Los sonidos, ambientes, melodías, coros, armonías... beben tanto
de esa época gloriosa (años 60 y 70) como del garage actual. No solo por una
toma de consciencia de la época en la que vivimos, sino por una cuestión
puramente placentera: es lo que nos apasiona.
Este disco es por tanto una apertura. Las escamas se abren
para mostrar lo que siempre hemos llevado dentro.
En el disco podemos encontrarnos con canciones como Charles
Theory (cuya armonía coral nos puede llevar al folk de los 70), Less
Yarns More Barns (canción que fácilmente podría adoptar el sello de otro
género musical diferente al garage), Gore and Glory (sin duda el “ovni”
con el que se cierra el album: himno de 6 minutos de duración con
reminiscencias árabes), o canciones más contundentes y directas como Shiming
Prince o Mercy Kill, por poner algunos ejemplos.
Entonces, contentos con el resultado ¿no? Como te decía, desde el principio teníamos muy claro cuál
era el resultado final que queríamos para este álbum, tanto en el plano
musical, como en el visual y la estética general. Es cierto que los vídeos para
este disco están mucho más producidos y siguiendo un idea global (están y
estarán, esperamos publicar varios clips para este disco). El primero
publicado, single de este álbum, es “Pink&Blue” y es cierto que en apenas dos meses ya tenía más de 50.000 visitas,
2.500 likes y más de 100 comentarios (¡y muy positivos!). Y al parecer en su
mayoría son menores de 25 años. Una muestra más para esos pesados que siguen
con la cantinela de que el rock ha muerto... Podrá ser de mejor o peor calidad
pero en absoluto está muerto.
Ya que sacas el tema de los vídeos, nos ha sorprendido muy gratamente, tanto por la canción en sí como por la aceptación que está teniendo, el vídeo de “J’adore vos commentaires” en el que salís con un tal CyrilMp4. Como curiosidad nos gustaría saber ¿quién es CYRILmp4 y de quién es esa fabulosa canción con la que habéis conseguido casi dos millones de visitas en Youtube? Una muestra es, como comentas, el vídeo que hicimos con
Cyril el pasado verano. Cyril es uno de los youtubers más famosos de Francia,
con más de 5 millones de abonados. Es un amigo de infancia de nuestro
guitarrista, Max, y desde el principio ha apoyado a Cayman Kings siempre que ha
podido. De hecho aparece en los créditos del primer EP, así como del primer LP
“Suffering Chelsea Boots” como productor. Pero nunca habíamos hecho nada juntos
para su canal de Youtube y él lo estaba deseando. Al parecer hay una moda entre
youtubers de hacer canciones para agradecer a sus seguidores por sus
comentarios. Evidentemente estas canciones son en su mayoría trap, regaeeton y estilos así, principalmente
por su simpleza (para alguien que no es cantante, el vocoder ayuda
bastante...). Pero Cyril siempre ha querido ir un poco a contracorriente y
desmarcarse de estas modas y arriesgarse en originalidad. ¿Y qué mejor riesgo
que cantar una buena canción garage beat 60's para una canal youtube con
un público compuesto casi exclusivamente por adolescentes? Y lo más asombroso
es que el resultado es excelente: como se dice en francés “ils ont adoré !”,
2.000.000 de visitas y trending topic en youtube Francia durante una semana.
Una experiencia bastante graciosa y que la disfrutamos
mucho. La música está compuesta por Cayman Kings y la letra es del propio Cyril
(que es quien canta en el vídeo... y nada mal por cierto). Es una parodia sobre
los comentarios más absurdos que la gente escribe en sus vídeos (la letra es
precisamente estos comentarios).
Y ya para despedirnos, ¿podrías dirigirte a la audiencia española y decirnos que pueden esperar de vuestros directos en ésta próxima gira? Volvimos enamorados de nuestra
primera gira española, nos encanta la escena y el público del país. De hecho es
nuestra primera parada durante el Marigold Psych Tour, y será el lugar
donde poder escuchar en exclusiva las canciones del nuevo disco, y también
comprarlo en exclusiva, ya que el disco
no sale oficialmente hasta el 22 de febrero. ¿Qué esperar de nuestros
conciertos? Pues a unos músicos con ganas de pasarlo tan bien como el público.
La dosis de energía extra de siempre, un lugar donde desahogarse y olvidarse
por un momento de los problemas y disfrutar de una buena noche de rock'n'roll
ultraexcitado, garage y psicodelias varias.
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