Sin otro propósito más que el de
acercarnos al último trabajo editado por Matt
Woods, nos documentamos y escuchamos éste “Natural Disasters” (Lonely
Ones Records 2019) para comentaros nuestras impresiones y hablar de su
inminente gira.
Dado que nadie, exceptuando el
más devoto de los fans, se siente obligado a pagar por consumir música, los
artistas han tenido que encontrar alternativas para mantenerse. Y la verdad que
está todo inventado: camisetas, posters, chapas, shows privados, actuaciones
callejeras… Así que la única salida y la columna vertebral de sus ingresos, no es
otra, que girar constantemente. El resultado y sus efectos secundarios, imaginadlos:
cansancio, soledad, aislamiento e intentar llenar los vacíos con experiencias
que no son tan habituales para la “gente de a píe”. Y el barbudo de Knoxville es uno de estos personajes. Constantemente
en movimiento musical, siempre persiguiendo el próximo concierto, ha grabado su
cuarto álbum, cargado de historias de carretera y de su casa en el Sur que ha
dejado (temporalmente).
Matt Woods es un veterano de la carretera, sí alguna vez hubo uno (la
próxima será su tercera gira europea en apenas tres años, amén de los miles de
kilómetros que ha surcado en sus Estados Unidos), y esas millas se encuentran
en sus composiciones. El tema que ha servido de single, "Blue-Eyed Wanderer", más movidito
en comparación con lo que venía haciendo, es la nota confluyente de todo el
disco. Establece un conflicto vital, la lealtad emocional a su hogar versus
perseguir su sueño en el camino: "Sigo
atrapado en pensamientos de alambre de púas". Siempre hay algo o
alguien que lo empuja hacia su hogar, pero no puede abandonar el camino
todavía, porque siempre hay alguien compitiendo por ocupar su lugar: "No soy el último de los vagabundos de ojos
azules".
En diez temas de auténtico,
visceral y guitarrero rock de raíces, Woods
expresa un cariño a regañadientes por su hogar y sus raíces sureñas. "Drive-Thru Town" es una mirada de
medio tiempo a cualquier pueblo pequeño de Estados Unidos, lleno de fábricas
cerradas, trabajos temporales e intentos fallidos de irse: "No hay camino para salir de una ciudad de
paso". “My Southern Heart” es una de esas baladas a
las que nos tiene acostumbrados, interpretada desde las entrañas, encuentra al
narrador mirando hacia atrás a una relación que ha sido ensuciada por su
actitud errante y su inquietud, hasta que ella se levanta y abandona su corazón
sureño: "Sé que alguna noche /
Encontrarás otro debajo de esas luces del norte". Con “Cold Civil War”
muestra las diferencias políticas con las que se ha llegado a la actualidad,
recordándonos que todo comienza en casa al enfocarse en la lucha dentro una
familia: “Hay no hay azul ni gris aquí
abajo hoy / Ningún hombre está tratando de liberarse de las cadenas / No hay
miedo rojo para temer, todos somos familia aquí / Luchamos en el Día de Acción
de Gracias”.
Sin embargo, toda esta
deambulación por carreteras secundarias deja a un hombre con ganas. En el
melancólico rasgueo que cierra el álbum, "Corner of the World", Woods
insta al oyente a no distraerse con el ruido, porque hay consuelo en lo pequeño
y familiar: "Encuentra un rincón del
mundo que te haga feliz". “Natural
Disasters” ha sido producido por Joey
Kneiser, y todas las canciones han sido escritas por Matt Woods. La banda, también llamada Natural Disasters, incluye a Adam
Meisterhans (guitarras eléctricas), Jeremy
Mackinder (bajo), PJ Schreiner
(batería) y Mike Webb (teclas), con
armonías de acompañamiento proporcionadas por Lance Howell.
Mientras tanto, volverá a salir a la carretera y nos visitará éste mes de septiembre en una gira que le llevará por la Península Ibérica a lo largo de 20 fechas. Ha sobrevivido a sus contemporáneos, y todavía no está listo para rendirse.
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